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ENIGMA – Voyageur
Autor: Runner. Murcia —España—.

Polémico. Éste parece ser el adjetivo más utilizado a la hora de hablar sobre el quinto trabajo del proyecto Enigma. Un trabajo que por lo que tiene de controvertido no deja indiferente a nadie. Y ahí es donde a mi parecer radica parte de su grandeza. Para la mayoría decepcionante, para unos pocos fascinante, «Voyageur» tiene la habilidad de no pasar desapercibido. Tal y como ocurriera años atrás con el lanzamiento de «MCMXC a. D.», este «Voyageur» ha roto con muchas expectativas y ha dejado asombrados a muchos de los que el universo Enigma forma ya parte de la banda sonora de nuestra vida. ¿Hay justificación para tanto ruido? Analicemos uno por uno los cortes de este álbum y veamos porqué «Voyageur» es tan diferente al resto de los trabajos de Michael Cretu.

1. «From East To West»: comienzo lento, suave, con unos bellos toques de piano, y la «intro» característica de Enigma que entra a la tercera. Nada hace presagiar el ritmo y la fuerza que cogerá la canción. A partir de este momento la sensualidad más característica de Enigma se mezcla con una bella melodía que convierte al tema en una verdadera delicia para el oyente. Conforme van pasando segundos el tema coge más y más fuerza y se impone firme el inicio del viaje, fuerte, con energía. El viajero inicia su camino.

2. «Voyageur»: primer sencillo del álbum. Continúan los jadeos iniciados en la pista anterior como telón de fondo de un ritmo machacón y la voz siempre sexy de Sandra recitando en francés. En este corte Cretu canta con la voz muy distorsionada y tanto la melodía como la letra no deja de repetirse una y otra vez. Quizás hubiese sido mejor no elegirla como primer sencillo, pero ahí está, marcando los principios del «nuevo» Enigma. El vídeo es bueno, alejado también de la estética de los anteriores videoclips. Moderno, juvenil, uno de los mejores.

3. «Incognito»: según mi parecer el peor corte de «Voyageur». Por un lado es el track donde son más abundantes los sonidos conocidos por todos como enigmáticos, nuevos y oscuros, a la vez que se deja escuchar un remember a uno de los clásicos de Enigma por excelencia, «Sadeness. Part I». Vale. Muy bien. Pero el resto de la canción no transmite nada, el ritmo es… demasiado pop. Recuerda un poco a los anteriores trabajos de Cretu pre-Enigma. La calada al pitillo que sirve de introducción mejor ni mencionarla.

4. «Page Of Cups»: ésto son ya palabras mayores. Simplemente perfecta. Esta sota de copas se inicia con unos sonidos de la naturaleza que dan paso a un pedazo de tema, melodioso, con ritmo y cargado de sentimiento. La instrumentación es prácticamente nueva, nunca antes escuchada en Enigma, y la mente del oyente comienza a volar, siguiendo al viajero del álbum. Una melodía triste, melancólica, pero muy bella. Sandra vuelve a recitar unas bonitas palabras en francés y el tema sigue su curso, alcanzando los siete minutos de duración, pero en ningún momento se nos ha hecho largo. Al contrario, nos deja con ganas de más. Los sonidos de insectos del final dan paso al comienzo del siguiente track. Toda una joya.

5. «Boum-Boum»: otro de los mejores temas del álbum. Comercial, sí, pero, ¿quién dijo que lo comercial es sinónimo de malo? El ritmo que nos acompaña desde el principio del álbum vuelve a ponerse de manifiesto con rotundidad y comienza Ruth-Ann cantando sus líneas. Su voz suena limpia, depurada, y muy acorde con la parte instrumental. Cuando entra Andru Donalds en la canción, ésta coge aún más ritmo si cabe y el dueto entre el intérprete de «Mishale» y Ruth-Ann se hace más que convincente. La letra describe lo que sentimos cuando experimentamos la magia del amor, y a destacar también el videoclip, que siguiendo con la línea moderna y juvenil nos recuerda a los de Roger Sanchez. Una nueva concepción visual de Enigma.

6. «Total Eclipse Of The Moon»: esta balada cortita se nos revela como un intermedio perfecto y relajado ante el fuerte ritmo que el álbum viene imponiendo. El inicio (la parte final de «Boum-Boum») es una maravilla. Cretu parece querer meternos en medio de una clase de música o de danza. Gente hablando, tosiendo, y luego los instrumentos de cuerda. Hay gente que la critica, pero la canción es realmente muy bonita. Romántica. ¿Quizás para escuchar contemplando la luna? El viajero parece hacer un alto en su camino.

7. «Look Of Today»: movida, muy movida, casi discotequera. El ritmo «Voyageur» se retoma de nuevo y aquí es donde nos encontramos la esencia de lo que al parecer encierra el nuevo Enigma. Alejado ya de samples, temas étnicos y cantos espirituales, Michael Cretu se centra en la realidad del mundo actual y hace una crítica feroz al consumismo y a las modas pasajeras. A destacar el empleo del castellano por parte de Sandra en su frase «no pienso reír». Todo un detalle. El viajero, siguiendo su camino, se encuentra con una sociedad vacía, superficial y codiciosa de bienes materiales. Ya se sabe, es la moda de hoy. Un track que sorprende.

8. «In The Shadow, In The Light»: he aquí otro tema prescindible. El más lejano a lo que hasta ahora representaba el proyecto, no aporta nada que resulte interesante. Andru Donalds vuelve a aparecer con muy poca fortuna y el resultado final hace que apetezca apretar el botón de canción siguiente cuando escuchamos el álbum en el discman.

9. «Weightless»: sin peso, sin emoción, sin nada de nada. Parece ser un corte concebido para experimentar. Lento y aburrido con ganas. Menos mal que es corta, en el discman se pasa seguida junto a la anterior.

10. «The Piano»: menos mal, «Voyageur» recupera el tono con el corte más chill-out. De nuevo el piano nos introduce en una atmósfera envolvente, con una melodía brillante y nuestros oídos se dejan guiar por los instrumentos a través de los cuales el viajero continúa su periplo, esta vez sin sobresaltos y tranquilo de espíritu. Buena, muy buena. Cretu consigue volver a abrir la puerta de nuestra imaginación para hacernos volar hacia un destino personal para el que escucha, pero a buen seguro gratificante y rico en sensaciones. El toque de Jens Gad se percibe y es de agradecer. Enigma se acerca al chill-out, y nosotros nos acercamos a Enigma.

11. «Following The Sun»: el viajero se encuentra a punto de finalizar su viaje. Siguiendo al sol, nos ha conducido hasta un tema magistralmente interpretado por Ruth-Ann. Aquí su voz toca techo y canta como nunca antes lo había hecho para Enigma. Un tema lento, de bonita melodía, lleno de sentimiento que contrasta con la fuerza de las irrupciones de Michael en sus cantos onomatopéyicos. Quizás la parte final con las gaitas se haga algo barroca e innecesaria. Los segundos finales están muy conseguidos, el viajero llega exhausto a su destino y reposa sus alas. ¿Quizás su nombre sea Ícaro? Nos quedamos con la duda, pero también con un muy buen sabor de boca y la sensación de haber escuchado un álbum casi compacto, lleno de fuerza y que reivindica su derecho a ser diferente, a romper moldes.

Hasta aquí mi modesto análisis de lo que para mi representa el quinto álbum de Enigma. Una apuesta fuerte, arriesgada, pero conseguida. Y es que si quitamos algunos temas que pasan sin pena ni gloria y rompen con la estructura del viaje, nos encontramos ante el primer trabajo de Enigma que tiene un hilo conductor, una columna vertebral que es ese viaje que nos propone Cretu hacia su propia evolución. ¿Acierto?, ¿Fracaso?, lo que está claro es que «Voyageur» seguirá generando polémica después incluso de que se haya publicado el nuevo y tan esperado álbum en este 2006. Para mí ya sólo por eso merece la pena.